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Ecoparque Tlalli Malinche: ¿Desarrollo sustentable o negocio disfrazado?

  • Foto del escritor: Andrea Ortiz Montes de Oca
    Andrea Ortiz Montes de Oca
  • 5 jun
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 20 jun

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El proyecto Ecoparque Tlalli Malinche, antes denominado "La Suiza poblana", ha sido presentado como una iniciativa de desarrollo sostenible en Puebla. Sin embargo, detrás del discurso de alto rendimiento deportivo y turismo ecológico, se oculta una seria amenaza contra uno de los ecosistemas más valiosos de la región. La construcción de este complejo turístico dentro del Parque Nacional La Malinche no solo pone en riesgo la biodiversidad, sino que también enfrenta irregularidades legales que han llevado a instancias ambientales a frenar su avance.



Un proyecto disfrazado de conservación

La propuesta contempla:

  • Un estadio para 10 mil personas, cuya construcción implica movimientos masivos de tierra y daño al suelo.

  • Un hotel de cinco pisos, más útil para inversionistas que para la conservación ambiental.

  • Un lago artificial, que podría alterar el flujo hídrico de la zona.

  • Cablebús, restaurantes, tirolesa y otras atracciones, diseñadas para atraer turistas, no para proteger la naturaleza.

Se argumenta que el ecoparque será un centro de alto rendimiento único en América Latina, pero la falta de estudios ambientales sólidos y la ausencia de regulación adecuada dejan en duda las verdaderas intenciones detrás del proyecto. ¿Realmente se busca el progreso o solo se intenta beneficiar a grupos privados?

Impacto ambiental ignorado

Este desarrollo pone en peligro La Malinche en múltiples aspectos:

  • Deforestación, ya iniciada con la apertura ilegal de caminos en el área protegida.

  • Alteración del ciclo hídrico, pues el lago artificial y asi como el acaparamiento de dicho lixier para el hotel y el parque podrían afectar el acceso al agua de comunidades cercanas.

  • Pérdida de biodiversidad, desplazando especies endémicas y afectando su hábitat.

  • Contaminación, derivada de residuos y emisiones por la operación turística del ecoparque.


Violaciones legales y negativa de permisos

El Ecoparque Tlalli Malinche no solo carece de estudios ambientales adecuados, sino que también enfrenta bloqueos legales por no cumplir con las normativas de protección ecológica. Algunas de las regulaciones que vulnera incluyen:

  • Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, que prohíbe modificaciones masivas en Áreas Naturales Protegidas (ANP).

  • Reglamento de la Ley para la Protección del Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable del Estado de Puebla, que exige estudios de impacto ambiental aprobados antes de cualquier construcción.

  • Normativa de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), que restringe construcciones en parques nacionales.

Además, la PROFEPA no ha otorgado permisos para la construcción, y en enero de 2025 la SEMARNAT rechazó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por la empresa Brudeo Solutions Construcción, lo que impide legalmente el inicio de las obras. A pesar de esto, se han abierto caminos ilegales dentro del parque, una acción que podría derivar en sanciones si las autoridades actúan contra estas irregularidades.


Resistencia de las comunidades

Los habitantes de La Resurrección y San Miguel Canoa han librado una batalla constante contra megaproyectos similares en la región. En administraciones anteriores, lograron frenar iniciativas de explotación turística en La Malinche, defendiendo el derecho a preservar el entorno natural. Ahora, exigen transparencia y consulta pública, denunciando que el ecoparque favorecería a inversionistas privados bajo el pretexto del desarrollo.

Las comunidades y organizaciones defensoras del medio ambiente han solicitado la intervención de la PROFEPA y la CONANP para evitar que el proyecto avance sin cumplir con la normativa ambiental. Sin embargo, el gobierno estatal sigue sin aclarar cómo pretende sortear las restricciones legales y justificar una obra que destruiría parte de un Parque Nacional protegido.

¿Ecoturismo o negocio disfrazado?

El Ecoparque Tlalli Malinche se presenta como una iniciativa verde, pero su ejecución contradice los principios fundamentales de la conservación. ¿Cuál es el verdadero propósito detrás de este megaproyecto? ¿Es realmente un avance para el turismo ecológico o solo una oportunidad de negocio para inversionistas privados?

Mientras las comunidades se movilizan para proteger La Malinche, el gobierno sigue insistiendo en un desarrollo que no tiene permisos, viola leyes ambientales y pone en peligro la biodiversidad. La pregunta sigue en el aire: ¿Se respetará la naturaleza o se priorizará el dinero?

 

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