Detienen a Renato Romero, defensor del territorio en Puebla: la criminalización bajo un sistema que prioriza el lucro sobre la vida

Puebla, 1 de julio de 2025 — La detención arbitraria del activista Renato Romero Camacho, ocurrida este martes en Puebla, ha desatado una ola de indignación entre organizaciones sociales, colectivas y ciudadanos. Romero, reconocido defensor del territorio e integrante del Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres-Oriental, fue aprehendido por elementos de la Policía de Investigación en un operativo que diversos sectores denuncian como parte de una estrategia sistemática de criminalización contra quienes alzan la voz en defensa de los recursos naturales.

Romero es uno de los nueve campesinos denunciados penalmente por la trasnacional Granjas Carroll, empresa acusada por las comunidades de contaminar acuíferos, degradar ecosistemas locales y desplazar poblaciones campesinas en la región.

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Organizaciones como el Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres-Oriental, la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA), el Consejo Regional Totonaco, Radio Tsinaka, Red de Defensa de los Territorios Puebla-Hidalgo, Técnicas Rudas, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México, entre otras, han condenado enérgicamente la detención y exigen la liberación inmediata de Romero.

Estas colectividades denuncian que la Fiscalía General del Estado de Puebla opera selectivamente: actúa con dureza contra los defensores del territorio. En contraste, su pasividad ante la actividad destructiva de empresas privadas y el propio gobierno que afectan al ambiente y a la salud de las comunidades, cuestiona profundamente la función del Estado: ¿Protege realmente al pueblo o actúa como garante de intereses corporativos?

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Este caso no es aislado. Se inscribe en un contexto global donde el modelo capitalista —fundado en la lógica de acumulación y crecimiento infinito— choca brutalmente contra los límites finitos del planeta. La detención de Romero ilustra cómo los mecanismos del Estado se despliegan para proteger las ganancias de unos pocos, mientras se reprime a quienes defienden el bien común y los derechos ambientales